sábado, 21 de enero de 2012

Está pasando una vez más


Una noche improvisada te hace ver lo importante. Lo que necesitas realmente. Estamos todos en el rollo, haciendo "lo nuestro" cantado a pleno pulmón "El amor valiente" y te ríes porque tienes ganas de llorar. Quieres llorar porque lo entiendes todo por fin. Lo que significa la galaxia y todos sus habitantes. Entiendes las relaciones y qué significan las miradas. Entiendes las canción mucho más fuerte que nunca.

No es tu culpa que vayas dando tumbos de aquí para allá. Es lo normal. La gente rebota unas con otras desde que nacen hasta que mueren y tú no vas a ser distinto. A todos nos toca antes o después. Lo bonito es que cuando crees que estás cansado de dar vueltas acabas dando otra más y te sorprendes como si fuese la primera vez. Y da igual porque acabas tirado en el camino como siempre. No es tu culpa, no. La culpa es del mundo que hace que todos nos perdamos.

Y al final lo único que hace falta es un noche con risas y un par de canciones sentidas. Hendrix, Jack Daniels y hachís. Todo mezclado con gente que ha dado las mismas volteretas que tú y te entiende sin hablar. Las mismas heridas para todos. El mismo sonido de armónica y el mismo humo llenando la habitación para llegar a la misma conclusión. Nada importa. Duele pero siempre se cura. No parpadees porque te pierdes el momento. Disfruta de la noche. Está pasando una vez más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario