sábado, 12 de junio de 2010

Recortes de una media vida


Cambio de título y cambio de sentido. Y no, nada tiene que ver uno con la otro. A veces las cosas se hacen así, sin pensar, sin meditar, sin sopesar, sin rumiar, sin vomitar. Me gusta despertarme de una siesta y frotarme la cara. No eso tampoco lo había pensado. Me gusta poder salir a la calle dando saltos. Sí ,amigo aciertas, eso tampoco lo había meditado. Me gusta hablar sin parar hasta darme cuenta de que no me doy cuenta de lo que digo. Y sí, no me doy cuenta de lo que escribo. Me gusta aspirar el humo de un cigarrillo y notar como el que aspira en realidad es el cigarrillo. Aspira mis segundos, mis minutos y mis horas. Todas hieren, la última mata. Y sí! todos acertáis. Tampoco eso lo había sopesado. Me gusta inhalar vidas en un beso...o dos o tres o 16 millones, y cuando lo hago no rumio y mucho menos se me ocurriría vomitar.

Y recuperando el texto unas horas después así seguimos, sin pensar. A ritmo de palmas de tormenta y de tiempo. No pienso y no lloro por ello. Y me gusta. Sí me gusta. Ir sin pensar. Como cuando caminas por la calle y te das cuenta de que te has pasado de destino. Como cuando conduces y no te fijas en el camino. Y lo bueno es eso, no fijarse. No fijarse y sorprenderse a cada paso de hasta dónde has sido capaz de llegar y....oh! es todo nuevo! al menos lo parece. Oh! esto se acaba! y me he dado cuenta de que ha pasado media vida y los recortes que acumulo en mi libreta son todos improvisados.

Sigamos recortando con unas tijeras infantiles. De esas de punta redonda. Que ya sabeis...es lo que mola.

viernes, 11 de junio de 2010

Digging up MY soul


Sueños inalcanzables que siempre soñarás con alcanzar. Visiones de futuros que nunca llegarás a ver. Altas dosis de ficción, como dice y canta mientras escribo un nuevo amigo de toda la vida con una guitarra entre las manos. Oceános de ilusiones desilusionantes por nunca verse cumplidas. Y lo mejor (o lo peor) es que todo esto de da igual y simplemente sigues haciendo acopio de sueños, visiones e ilusiones. Hasta que este conjunto de quieros y no puedo se transforma en algo más real que la propia realidad, algo que te da más fuerza que lo que realmente ocurre en tu vida. Todo esto es lo que te define: lo que quisieras ser y con mayor o ninguna fuerza tratas conseguir. Por eso siempre he dado más importancia a lo que uno quiera ser que a lo que se ha conseguido. Yo quiero ser el rey de mi mundo. Y por qué no, del tuyo. Qué es lo que quieres ser? Eso te define.

conclusión: siempre hemos sido lo que habíamos soñado.

martes, 8 de junio de 2010

Descompresión


Cuándo darse cuenta de la mentira? en qué momento abrir los ojos y descubrir que los granos de decepción van arremolinándose hasta que terminas por desistir de encontrar algo o a alguien que merezca realmente la pena?

Esto va por vosotros "amigos". Esos amigos que te saludan con una mueca amarga detrás de una máscara de cera. Cera que termina por resbalar sobre tus esperanzas. Cera que se endurece y cristaliza poco a poco en tu piel hasta que te sientes como un muñeco movido en sus hilos por un titiritero que no deja de carcajear y susurrarte al oído que todo va bien, que son imaginaciones tuyas.

Pero un día te despiertas. Te levantas en cama sudoroso después de haber tenido un sueño donde todos tus enemigos conocen tu nombre. Un sueño donde tu familia no se parece tan familiar. Un sueño donde estas solo. Sí, realmente solo. Y te sientes volar, y te sientes hundir. Y cuando te encuentras hundido en mierda ajena escuchas risas de todos eso pequeños grandes hijos de puta que han conseguido lo que buscaban. Sí. Han ganado y por eso se ríen. Les dabas igual. No les importabas. Y tú, como un imbécil, alvergas esperanzas de que todo sea una broma. Una broma pesada. The killing joke diría un joker.

Pero la vida no es una broma. Y la única esperanza es alargar la mano y aferrarte al primer rayo que pase. Ese rayo que te da vueltas y te ilumina. Un rayo que, esperemos, derrita toda esa cera reseca.

Y en ese momento sientes la primera sensación cálida que realmente es sincera. Un trocito de sinceridad. Después de tanto, tanto tiempo. Se te echaba de menos vieja amiga.