Y en estas andamos. Entrar una noche a la semana para escribir las cuatro palabras que se me pasen por la cabeza en ese momento. Y tampoco está tan mal. Mejor aquí que tener que pagar a un psicólogo simplemente para que escuche lo que le puedo contar a cualquiera persona de confianza. Pero el caso es que eso tampoco me vale. Lo que escribo en estas pobres líneas es algo que no le contaría a nadie. Me explico. Digo esto porque lo que puedo decir aquí, no es, sin lugar a dudas, coherente ni lógico ni como le puedas llamar.
Llamésmosles vomitonas. Si. Buena elección querido Watson. Reflefar con los dedos y con palabras lo que no puedo plasmar frente a otra persona. Lo que solamente se te pasa por la cabeza en los minutos previos al sueño, cuando no tienes otra cosa que hacer más que mirar para la pared y esperar que los párpados se cierren. Pero he aquí la cuestión[to be or not to be]. Nadie se ha percatado que es en esos momentos cuando de verdad comprendemos cómo somos, cómo pensamos y qué queremos? Cuando, desenchufadas todas las conexiones de la consciencia y totalmente en solitario, realmente somo libres para pensar, hacer y creer todo lo que deseemos. Como un hombre atado con una cadena que durante el tiempo de cautiverio solo piensa en aquello que hará o dejará de hacer cuando sea libre...pero no es hasta el momento que lo sueltan, y siendo libre, cuando realmente se percata de aquello que es lo que desea realmente.
Ni yo mismo se lo que digo. La solución a todo esto es que nadie me tiene que tomar en serio. No veo porque otro debería hacerlo. Si yo mismo no lo hago. Don't believe the hype.