sábado, 2 de abril de 2011

The curse it is cast



Suena una canción de indie rock en algún local. A dos metros alguien sin camiseta salta celebrando algo que te da igual. Apoyado en la pared. Muerto de ganas por sacar un winston e inhalar. Esperando y sonriendo. Mirando como si fuese la primera vez que miras a una chica. Pensando en todo lo que te ha llevado a estar allí en ese momento. En todas las tonterías que te han arrastrado a esa pared. Darte cuenta, teniendo por fin tiempo a pensarlo, durante uno o dos minutos, que tienes lo que buscabas. Tan abrumado por el peso de esa sensación que no se te ocurre algo ingenioso u ocurrente que decir como harías en cualquier otra situación. Solo puedes sonreír y meter las manos en los bolsillos. Jugar con el mechero y mirar a los ojos. Todo para decirle al oído lo más sentido que te sale y que tanto miedo te da pronunciar. No te escucha. La música está muy alta. Tanto da. Lo has soltado. Y que ella te de un beso sin venir a cuento no hace más que confirmar tus sospechas. Los tienes claro, y eso es lo único que te importa.