martes, 28 de diciembre de 2010

Listen up


Siempre me ha gustado la escritura automática por la mañana. Eso de poner una canción que suene y suene hasta que te inspire algo que puede ser decente para enseñar al mundo. Pero lo mejor no es eso. Lo mejor es soltarse. Día a día cuesta menos escribir los 300 caracteres que se me pasan por la cabeza. Resultado? una mezcla de sentimientos encontrados, estados de ánimo contradictorios y guiños a mí mismo. Porque las personas son así: contradictorias. Un día son felices para el siguiente sentirse más que desdichadas. Escribes algo totalmente convencido para sorprenderte en la siguiente entrada diciendo todo lo contrario. Y ahora de fondo escucho a Noel cantándome listen up en una mañana en la que me han dejado solo con mis cosas. Cama sin hacer y el bus llega en media hora y sabes que ha ocurrido? darme cuenta de lo fácil que es econtrarse agusto con uno mismo. Un cigarrillo, una comida preparada y la firme voluntad de sonreir durante todo el día. Me da igual navegar solo, me da igual que sea eternamente. Tengo las cosas que me llenan y la verdad, no necesito nada más para levantarme de la silla y afrontar el mundo como se merece. Y me da igual que hoy me obliguen a decir lo que pienso, me da igual que me lleven a la cima del mundo para que pueda ver mis crímenes, me da igual. No creo en la magia pero sencillamente hoy todo ha salido de una chistera.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Christmas Lights


Alguna vez has probado a cerrar los ojos y pensar que todo va bien? que todo es perfecto? que todas esas miradas recelosas han desaparecido y han sido sustituídas por sonrisas sinceras. Que las lágrimas que corren por mejillas ajenas y propias son de felicidad y que los paseos en la calle real, en las tardes de frío y sol, fumando cigarrillos hasta dejarse el alma en la conversación se han convertido en interminables. Que esos miedos que te acojonaban al salir de las sábanas por la mañana se han ido junto con todo aquello que realmente no te interesa. Que, mira tú por donde, está bien visto que canturrees por la calle alguna canción de Mando Diao sin motivos para estar contento. Pero lo estás. Lo estás y disfrutas de ello. Y los niños en las calles te parecen más risueños que nunca. Y sabes que eres realmente capaz de contagiar las ganas de gritar. Y quieres cerrar todos los bares con viejos y nuevos amigos y además te sobra tiempo para mojar algunos labios. Y el frío ya no te importa porque el calor que tienes en el pecho es suficiente para calentarte. Eso y un winston entre las manos que en algún callejon de la ciudad vieja alumbra lo que realmente importa...TÚ, tú mismo, y lo que tú quieras que importe.