miércoles, 8 de junio de 2011

Dustbowl Dance



Realmente resulta muy gracioso lo jodidamente bipolar que puedo llegar a ser. Lo poco que he cambiado desde que un día lancé por la borda vergüenzas y un puñado de mis miedos y me atreví a escribir aquí solo para sentir mi corazón y romper mi orgullo. 


Después de toda la vida escribiendo en cada esquina de servilleta y en folios en blanco durante clases o en libretas que también llenaba de garabatos en ningún momento he llegado a entenderme. Peor aún. Según pasan los años me resulta todavía más difícil entender porqué hago ésta u otra cosa. Porqué sonrío cuando no me apetece o me muerdo los pellejos de los dedos hasta hacerme sangre. Y entonces me ilusiono con cualquier gilipollez o me obsesiono en darle vueltas a sueños sin sentido o con personas que nunca llegaré a conocer y vidas que nunca tendré o quisiera tener, y libros que nunca podré leer y otros que me gustaría escribir. Noches en las que giras y giras en cama hasta que te levantas para fumar un cigarro en la ventana y cuando te das cuenta van tres y sigues sintiendo la misma tormenta de cosas buenas y malas. Recuerdos y sentimientos que se mezclan. Besos, polvos de una noche, amigos de por vida y colegas de barra. Vómitos y copas vacías y ya son cuatro los winston que te has fumado tratando de encontrar sentido al porqué de las cosas y especialmente el porqué te resulta tan difícil encontrar tu lugar.


El problema no es NO sentir. El problema es sentir demasiado. El problema es lanzarse a la piscina una y otra vez con cada persona que conoces. El problema es morderlo todo con tanta fuerza que te acaban doliendo las muelas. El problema es ilusionarse por los más sencillos gestos sobre los que montas tus paranoias. El problema es que una noche cuando ya van cinco fumados te das cuenta de que el mundo no es especial. Que todas esas mierdas que te has montado tú solito no son más que imaginaciones provocadas por películas, libros y el LSD emocional que es tu sangre corriendo por tus arterias desde el corazón al cerebro y viceversa.


Obsesión. Contradicción. Pasión. Ilusión. Diversión. Excitación.


Ahora es cuando me río. Detrás de toda ésta mierda no puedo evitar decirme: sigue peleando, aún no te han tumbado. Bipolar.